Los días 30 y 31 de enero se reunió el Comité de Orientaciones de la RTA en Salamanca para aprobar un documento sobre sus aportaciones al proyecto de una macrorregión atlántica, establecer el programa de trabajo de la RTA para 2025 y poner en marcha un nuevo informe sobre la evolución demográfica de la fachada atlántica.
La Red Transnacional Atlántica (RTA) es una organización para la colaboración de los Consejos Económicos y Sociales (CES) de las Comunidades Autónomas de Andalucía, Canarias, Castilla y León, Extremadura, Galicia y el País Vasco, de los Consejos Económicos, Sociales y Medioambientales Regionales (CESER) de Nueva Aquitania, Países del Loira, Bretaña, Normandía y Centro-Valle del Loira y del Fórum Océano (Asociación de la Economía del Mar) de Portugal.
La RTA impulsa la puesta en funcionamiento del Corredor del Atlántico, uno de los más importantes corredores de transporte de la Unión Europea, reivindicando el cumplimiento de los calendarios, elaborando informes y formulando propuestas para su construcción y pleno desarrollo con inversiones suficientes. Se ha convertido en un grupo que aspira a convertirse en un lobby ante la Comisión y el Parlamento Europeo y los Gobiernos de España, Francia y Portugal.
Ha conseguido con su actividad que el Corredor Atlántico se haya situado en un lugar destacado del debate político y ciudadano en las instituciones europeas, en los distintos niveles de gobierno territorial de estos tres Estados y en los medios de comunicación. Nadie duda ya del extraordinario interés económico y social de esta imprescindible vía para el transporte de la Unión Europea, en la que la posición que ocupa Castilla y León se considera estratégica. El informe de la RTA sobre el Corredor Atlántico aprobado en 2021 propone, asimismo, la urgente reapertura de la Ruta de la Plata y de la línea directa Burgos-Madrid, así como la valorización del eje del Duero y de la relevancia logística de la provincia de Soria.
La composición de los CES y los CESER, de los que forman parte las organizaciones que vertebran la sociedad, como las sindicales, empresariales, agrarias, de la economía social o de los consumidores y usuarios, permite, además, dotar a los estudios, informes y propuestas de la RTA de profunda legitimación y mayor valor añadido.
La macrorregión atlántica
La cumbre de la RTA celebrada en Salamanca los días 30 y 31 de enero ha contribuido a reforzar esta organización con la adopción de nuevos acuerdos y la ampliación de las líneas de trabajo conjunto. El ambiente de colaboración y confianza alcanzado por la buena relación entre los CES y los CESER y sus Presidencias permite que la metodología seguida se pueda trasladar a otras propuestas estratégicas para las regiones atlánticas de la Unión Europea, entre ellas Castilla y León, vinculada a estas por razones históricas y de presente, de naturaleza cultural y socioeconómica.
Ahora, esta organización quiere contribuir al debate sobre la creación de la macrorregión atlántica, expresando su posición sobre las propuestas existentes presentadas por otros actores, identificando las condiciones de éxito y presentando nuevas aportaciones sobre el contenido y la gobernanza de un modelo de cooperación inclusiva, que sería conveniente y adecuada para los territorios atlánticos si se pone en marcha una herramienta de este tipo. Respetando la identidad de cada territorio, el estudio que se presenta trata de identificar retos comunes de la fachada atlántica, buscando sinergias que podrían reforzarse mediante la coordinación entre los gobiernos y las instituciones de los territorios concernidos (municipales, provinciales, autonómicos o regionales, estatales y supranacionales). Lo que importa para la creación de una macrorregión es el espacio sociopolítico que comprende, no solo sus fronteras físicas.
Se ha aprobado un nuevo informe-propuesta que pretende ser una contribución a la construcción de la macrorregión atlántica, como espacio de políticas integradas para el crecimiento y el bienestar, así como para relanzar su influencia en las decisiones relativas a la financiación de las políticas necesarias en esta área.
En él se identifican numerosos ámbitos que se pueden beneficiar de una cooperación eficaz en el espacio atlántico europeo mediante la creación de una macrorregión: las infraestructuras, el transporte y la logística, los sistemas de salud, la industria, la agricultura, la ganadería y la pesca, el agua, las energías renovables, el medioambiente, la cultura, las tradiciones, el turismo, la educación, así como la formación profesional, las universidades y la investigación (ciencia, tecnología e innovación) y, por ello, la actividad empresarial y el empleo.
Este documento señala seis objetivos para que la estrategia macrorregional atlántica beneficie a las comunidades y regiones atlánticas:
El reto demográfico
En la cumbre de Salamanca se ha aprobado también la elaboración de un nuevo informe-propuesta de la RTA sobre el reto demográfico, la longevidad y las migraciones en las regiones atlánticas. Se está ante dificultades compartidas en materia de envejecimiento, ordenación del territorio, prestación de servicios públicos y gestión del talento joven y sénior, si bien con matices y algunas diferencias notables en las distintas regiones. Se atenderá también el "problema de las vacantes" o, en fin, la atención de las necesidades empresariales de contratación de personal con los perfiles idóneos para afrontar con éxito la transformación del sistema económico-productivo. Se prevé su aprobación en 2025.
Comité de Orientaciones de la RTA, Salamanca 30 y 31 de enero de 2025.
RUEDA DE PRENSA. Presidente del CES Vasco, Javier Muñecas; presidente del CES de Castilla y León, Enrique Cabero; presidenta del CESER de Normandie, Catherine Kersual; presidente del CESER de Bretagne, Patrick Caré; presidente del CES de Andalucía, Juan Marín; y vicepresidente del CES de Extremadura, Francisco Javier Peinado.
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